Visitamos las cascadas de Godafoss, una de las más turísticas. Caminamos por las pozas de Hverir, con su olor característico a azufre y por último Detifoss, la gran cascada, la que más nos ha impresionado de todo el viaje por Islandia. Decir que el plan inicial era hacer una excursión a la isla de Drangey para ver frailecillos, pero nos indicaron mal la hora de partida y cuando llegamos ya había zarpado el barco sin nosotros. El precio era de 100€ y en el momento nos dio muchísima rabia, pero al día siguiente conseguimos ver a estos adorables pájaros de forma gratuita.
Godafoss es una hermosa cascada a la que también se conoce como «La cascada de los dioses» debido a una leyenda islandesa que cuenta que un jefe pagano arrojó las estatuas de los dioses nórdicos al agua en un acto de conversión al cristianismo.
Godafoss tiene una anchura de unos 30 metros y una altura de 12 metros. El agua cae en una cuenca semicircular rodeada de acantilados y rocas. El paisaje que rodea la cascada es impresionante y está formado por campos de lava, montañas y ríos.
Es un destino turístico popular en Islandia, demasiado para nuestro gusto. Lleno de turistas y con una tienda de recuerdos a escasos metros. Aún así recomendamos invertir una hora en caminar por los alrededores.
La región también cuenta con numerosos cráteres volcánicos, como Hverfjall y Dimmuborgir, que ofrecen espectaculares vistas panorámicas. Las formaciones de lava de Dimmuborgir son particularmente impresionantes, con cuevas y pilares de roca que se han formado a lo largo de miles de años.
Otra atracción popular en la región son las fuentes termales, como la Laguna Azul del Norte (Jarðböðin við Mývatn), donde los visitantes pueden sumergirse en aguas termales naturales y disfrutar de las vistas del paisaje circundante.
Al salir de la camper, 10000 pequeñas moscas fueron a por nosotros. Tuvimos que cubrirnos todo el cuerpo y cara y echar a correr. No ha sido en todo el lago, pero si que había zonas donde se concentraban y era bastante desagradable. Volar el dron por aqui es toda una experiencia, pues desde la altura es desde donde realmente se aprecia la belleza del terreno.Hverir es una zona geotérmica con fumarolas, pozos de barro hirviendo y piscinas de aguas termales.
La zona está situada en el campo de lava de Námafjall, y está formada por un paisaje de rocas, lodo y vapor que sale de la tierra. Los visitantes pueden caminar por un sendero bien señalizado a través de la zona, donde se pueden ver las impresionantes fumarolas y pozos de barro hirviendo.
Las fumarolas son columnas de vapor caliente que emergen de la tierra, y están formadas por gases geotérmicos que se elevan desde el interior de la Tierra. Las piscinas de aguas termales, por otro lado, son pozas de agua caliente que se forman cuando el agua subterránea entra en contacto con el magma caliente debajo de la superficie de la Tierra.
El paisaje de Hverir es impresionante y único, y es una de las principales atracciones turísticas de Islandia. Además de la experiencia visual, los visitantes también pueden disfrutar de la sensación térmica de la zona, ya que las temperaturas son bastante altas debido a la actividad geotérmica.
Es importante tener en cuenta que, debido a la actividad geotérmica, Hverir emite gases y vapores que pueden ser peligrosos.
Dettifoss es considerada como la cascada más poderosa de Europa, ya que su caída libera una enorme cantidad de agua por segundo.
Dettifoss tiene una anchura de unos 100 metros y una altura de 45 metros, y su caída libera aproximadamente 500 metros cúbicos de agua por segundo. El agua cae en una cuenca profunda, creando una nube de spray y un sonido ensordecedor. La cascada se encuentra en el río Jökulsá á Fjöllum, que es uno de los ríos más largos de Islandia.
La cascada es un destino popular para los amantes de la naturaleza y los aventureros, y es accesible por carretera desde la ciudad cercana de Akureyri. Hay varios senderos y miradores en la zona que ofrecen vistas espectaculares de la cascada y los alrededores.
La carretera que conduce hasta esta cascada no está asfaltada y se hace un poco pesada. Una vez llegas comprobarás que merece totalmente la pena. Tuvimos la suerte de estar allí en el atardecer y pudimos sacar muchas fotos.
Este día aparcamos de forma ilegal en un parking de Borgarfjörður Eystri. Esa noche hizo muchísimo viento y la camper no paró de moverse. Aün así estabamos tan cansados que no tuvimos problema para dormir. En el próximo día explicaré el por qué de dormir ahí.