El volcán Fagradalsfjall en erupción

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Por primera vez desde septiembre de 2021, cuando el volcán Fagradalsfjall dejó de expulsar lava, el magma volvió a alcanzar la superficie en el valle de Geldingadalir. A las 13:18 horas del miércoles 3 de agosto de 2023, comenzó una nueva erupción volcánica en Islandia. Se trata de un extraño fenómeno, ya que es raro que haya experimentado dos erupciones con tan sólo un año de diferencia. Y ahí estabamos nosotros, 9 días después del inicio de la erupción.

La ruta hacia el volcán

La ruta hasta el volcán Fagradalsfjall se encuentra en el oeste de la isla de Reykjanes, cerca de la ciudad de Grindavík. Para llegar al volcán, hay que conducir por la carretera 427. Desde ahí, hay que seguir la señalización hacia el volcán. La ruta es sencilla, con algunas curvas montañosas, pero sin grandes desniveles. Se recomienda llevar zapatos y ropa cómoda apropiados para caminar, así como una linterna o frontal, agua y alimentos. El volcán se encuentra en un área remota, pero había mucha gente e incluso había personal sanitario a lo largo de la ruta. El ascenso no se nos hizo complicado. Caminamos la mayor parte del tiempo al lado de un mar de lava seca. En muchos puntos se puede ver humo salir del suelo Esta ruta merece la pena incluso si no hubiese un volcán en erupción al final de ella.

El volcán Fagradalsfjall

Tras superar un desnivel del camino, ahí lo teníamos. Sin lugar a dudas se trata del momento más increíble y mágico de mi vida. Ver la fuerza y poder de un volcán es una sensación indescriptible.

Fue una experiencia aterradora y emocionante al mismo tiempo. Estar cerca de un volcán produce una sensación de inmensidad y poder, así como también un impulso de admiración y respeto ante la fuerza de la naturaleza. Uno puede sentir una conexión profunda con la tierra y su historia. El aire se siente más denso y uno se conecta con la energía del volcán. Una sensación de algo misterioso y peligroso que te deja con una mezcla de sentimientos que no se puede explicar con palabras.

Los riesgos de un volcán

La temperatura de la lava puede variar dependiendo de la composición química y la viscosidad de la lava, así como de las condiciones del entorno donde se encuentra. En general, la temperatura de la lava oscila entre 700°C y 1200°C (1300°F y 2200°F).

Es por ello  que en los días previos, hubo gente que aprovechó el calor de la lava para cocinar diversos alimentos, como marshmallows atravesados con un palo. Desde entonces incrementaron la presencia de personal de seguridad, que evitaban que la gente tuviese conductas temerarias.

Los principales gases nocivos que se emiten durante una erupción volcánica son: dióxido de azufre (SO2), óxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO), fluoruro de hidrógeno (HF), cloruro de hidrógeno (HCl) y óxidos de azufre (SOx). Estos gases pueden provocar enfermedades respiratorias, daños al medio ambiente y, en casos extremos, la muerte. Es por ello que durante el periodo en el que el volcán estuvo en erupción, hubo días que debido a la dirección del viento, esta ruta permaneció cerrada.

Susto con el dron

Poder sobrevolar con el dron el volcán mientras escupía lava hacia el cielo era muy gratificante, pero no era el único. De hecho nunca había visto tantos drones volando a la vez. Esto provocó que mi mavic mini sufriese muchas interferencias y dificultaba el vuelo. Eso no supuso demasiado problema, pues siempre recuperaba la conexión. El problema fue que tras sobrevolar la lava durante varios minutos,  la imagen que recibía se volvió muy borrosa. La imagen era inutilizable. Al traerlo de vuelta, pude ver que se había formado una especie de condensación dentro del protector de la lente y no se iba. Di por hecho que se había estropeado. Continuar el viaje en este país sin dron era la mayor de las tragedias. Por suerte, adelanto que a la mañana siguiente, al reevaluarlo, esta condensación había desaparecido por completo.

Tras disfrutar del volcán, nos tocó volver rumbo a la camper. La vuelta se nos hizo mucho más dura. El camino de rocas era fácil de hacer de día, pero al caer la noche se volvía un terreno más complejo. Menos mal que contabamos con la luz de nuestros frontales. Tras un trayecto de un par de horas, conseguimos llegar a la camper y fuimos a pasar la noche a un camping que había por la zona, el camping Sandgerdi.